Marissa Cope
Mis padres estaban en el circo cuando nací. Estoy segura que se estaban divirtiendo mucho, celebrando el cumpleaños número seis de mi hermano, pero yo estaba en el hospital, naciendo
Fui Adoptada Al Nacer.
Todo estaba arreglado antes de nacer, y cuando tenía tan solo cinco días de vida, mi hermano, Jeremy, me cargó en sus brazos, junto con la trabajadora social, para presentarme a mis padres y llevarme a casa. Tenía los cabellos parados y fui sacada al nacer con los fórceps, que temporalmente me pellizcaron un nervio e hicieron que mi boca colgara de un lado, por eso tuve una sonrisa torcida. Pero cuando mi hermano de seis años me cargó en sus brazos, me presentó a mis padres y dijo, “¿No es linda? ¡¿No se parece a mí?!”
Hay momentos cuando Dios interviene en nuestras vidas de una manera casi flagrante. Él interrumpe el orden lógico de las cosas, y lo cambia todo de la mejor manera posible. En mi caso, Él me tomó de ser un embarazo no planeado, a una “Hija elegida” en una familia donde he sido amada desmesuradamente.
Y allí está el Evangelio – las cosas iban por un camino, pero Dios intervino, y cambió todo, no por algo que yo haya merecido como bebé con cara torcida y un hueco en la cabeza, sino porque Él es Dios y es bueno y soberano.
Al crecer, he llegado a tener un asombroso parecido físico con mi familia, y una vez más, veo el Evangelio desplazarse. Es exactamente lo que Dios hace cuando nos adopta en su familia. Cristo vino a salvarnos y llevarnos al Padre, y cuando Jesús, nuestro hermano mayor, nos presenta a Su Padre, Él dice, “¿no es hermoso?, ¿no se parece a mí?” Nuestro Padre, que nos ama y acepta por lo que Cristo ha hecho en nuestro lugar, comienza a ver que crecemos en Su gracia, para vernos así como nuestro hermano mayor.
Este tema de adopción ha sido parte de mi vida diaria profesional. Habiendo sido adoptada, siempre he asumido que sobreviví, pues mis padres biológicos pudieron haber considerado la elección de no continuar con el embarazo.
Al aprender más acerca de las circunstancias que rodean muchos de los embarazos no planificados, y la naturaleza aparentemente sin esperanza de muchas de esas situaciones, sentí el llamado de compartir con las mujeres, acerca de las esperanzadoras alternativas. Dios fielmente, proveyó una salid para mí, para hacer esto a través de mi trabajo en Heroic Media.
Nací en lo que se puede sentir como una situación desesperada, pero debido a la providencia de Dios al dar a mis padres biológicos el valor de darme la vida, he tenido una vida definida por la esperanza. Deseo que otras personas tengan eso, para ver la imagen de la redención y esperanza que juega en la vida de todos, ya que somos adoptados por Dios en Cristo.
Vía: Life News
A TRAVÉS DE YO EVOLUCIONO
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