viernes, 27 de septiembre de 2013

Dejando de Reaccionar por José L. Stevens...


Dejando de reaccionar
por José L. Stevens
http://www.thepowerpath.com

Traducción: Fara González López

El mundo corre a toda velocidad, gira a gran velocidad, vuela a través del espacio alrededor del sol, y viaja con el sol a una velocidad precipitada a través de la galaxia. La vida en la tierra también se mueve con rapidez al igual que el cambio social y los descubrimientos tecnológicos que ocurren a diario. Todo esto sirve para acelerar nuestra mente tratando de abarcar la larga lista de desafíos desde maniobrar con los correos electrónicos hasta mantenerse al día con facebook y muchísimas otras exigencias que requieren respuesta. El potencial para molestarse y reaccionar con irritación e impaciencia es muy elevado y nunca ha sido más desafiante tratar de mantenerse neutrales. Claramente estos tiempos en los que vivimos no son tiempos neutrales. Adicionalmente cada día hay noticias que seguramente nos desequilibran emocionalmente de alguna manera. Siria, Egipto, el cambio climático, la deuda nacional, la bolsa de valores, la tasa de desempleo, el control de las armas de fuego o la ausencia del mismo, y el estancamiento político, son unos pocos de los temas susceptibles de hacernos reaccionar con desesperación, enojo, frustración, ansiedad, temor o tristeza. Cada vez que reaccionamos de esta manera contribuimos sutilmente a un mal sueño del cual no creemos que iremos a despertar. Todas y cada una de las formas de resistencia tienden a reforzar el status quo. A veces cuando señalo esto los oyentes (generalmente guerreros), reaccionan con frustración y enojo. “¿Bueno, que se supone que haga, que no me preocupe por nada?” responden sarcásticamente. “Si no me intereso, nada cambiará. Tienes que luchar por lo que quieres, no mantenerte ajeno o pasivo”. Cómo la mayoría de las personas están hechas para la acción, ésta es un área natural de confusión. Ser neutrales no significa ser pasivos o retraídos o ajenos, significa no hacer nada para contribuir aún más al problema. Así que ésta es una gran área de equivocación y aquí quizás yo pueda contribuir a aclarar la confusión en aras de que puedan entender la mecánica de la transformación y puedan dedicarse a terminar con la vieja pesadilla de manera más efectiva.

Comencemos con un área que es sin duda un sinsentido. Como seres humanos naturalmente buscamos explicaciones y razones con respecto a cómo nos sentimos. Aquí hay algunos ejemplos: “Tú me haces feliz”. “El me hizo enojar”. “Ella me puso triste”. “Las noticias me deprimieron”. “Ese lugar me asusta”. “Ese tipo en el trabajo me está volviendo loco”. A primera vista estas frases parecen naturales y correctas. Las cosas nos suceden y reaccionamos a ellas y así es como es. Esa es la vida. Lo que sucede es que eso es totalmente incorrecto de acuerdo con una forma chamánica de ver las cosas. La verdad es que nada puede hacernos sentir de cierta manera a menos que ya nosotros nos sintamos de esa manera en nuestro interior. “Ese tipo me hace enojar” porque hay enojo en mí. “Esa mujer me puso triste” porque hay tristeza en mi.

“Ese sitio me asusta” porque hay temor en mí. Los iguales se atraen así que atraemos las circunstancias que se corresponden con aquello que llevamos dentro de nosotros. La razón por la cual ese tipo fastidioso se apareció en mi vida es una consecuencia del hecho de que yo llevo el fastidio dentro de mí. La razón por la cuál sucedió ese evento que pareciera haberme entristecido es porque había tristeza en mí. Yo lo atraje a través de la resonancia. Por lo tanto primero es ver eso y detener el proceso de culparse y en su lugar asumir la responsabilidad por todo lo que ocurre. Este es el real camino hacia el poder. La alternativa es el camino real hacia la victimización. Pueden quejarse de esto todo lo que quieran, vociferar y rabiar y discutir pero sin beneficio alguno. Esta es la manera en que funciona para nosotros los humanos y hay una sola salida: asumir la responsabilidad. Así que esa esposa desagradable te ha vuelto loco. Es mejor que mires de nuevo. ¿Por qué llegó a tu vida? Y ese trabajo terrible que es tan frustrante. Tu amigo no tiene ese empleo pero tu sí. ¿Cómo acabaste con ese empleo y no tu amigo? ¿Y qué hay respecto a esos eventos mundiales sobre los cuales parece que no tienes control como es el caso de un grupo de niños expuestos a gases tóxicos en otro país? Verdaderamente es una atrocidad que tú no cometiste. Pero estaba en tu sueño de la realidad. Por lo tanto todos somos asesinos, todos somos desertores, todos somos traidores, y todos somos completamente idiotas. Sí, si somos humanos somos cada una de esas cosas, nos guste o no. Por otra parte todos somos héroes, heroínas, valientes, brillantes, amorosos, extraordinarios y más. Ahora, ustedes se podrían preguntar “¿si mi hermana me enoja y eso ya estaba en mí, entonces como es que eso llegó a mi en primer lugar?” Ah, esa es una buena pregunta.
           

VÍA MANANTIAL DEL CADUCEO

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