martes, 26 de junio de 2012

Entrando en un lugar de completo vacío para poder llenarse...CANALIZACIÓN..



Canalizado por Gillian MacBeth-Louthan

Conforme avanzan hacia la puerta de la plenitud, el anhelo de lo que alguna vez desearon será satisfecho. Porque en el reconocimiento de la plenitud no hay necesidades, no hay deseos, no hay carencias. Sus partes correspondientes de plenitud llenan todo automáticamente. Al encontrarse en todo lo que alguna vez fueron y todo lo que están destinados a ser, llegan a un punto culminante de referencia. Miran su vida retrospectivamente y piensan y reflexionan, ¿fue necesario todo eso para poder llegar a ser quien soy ahora? ¿No hubiera podido llegar a este punto sin el estrés, las tensiones, los gemidos, los quejidos? La respuesta que escuchan tan sopesadamente en el trasfondo de su pensamiento es: ¡No!

Tenían que recorrer la escalera de la experiencia para llegar al tejado de sí mismos y poder ver por encima de las colinas y los valles de sus creaciones. Entran en un lugar de vacío puro. Un lugar donde se han vaciado por completo de lo que pensaban que debían hacer, que debían ser. Es un lugar que no necesitan llenar con ningún pensamiento ni anhelo.

Porque en el vacío hay una plenitud divina. Es sólo vaciando un vaso que experimentan su máxima capacidad. Cuando algo está lleno y completo, el siguiente paso es vaciarlo, y luego llenarlo, y luego vaciarlo otra vez. El universo aborrece el vacío, por lo que nada queda vacío por mucho tiempo.

Todos ustedes entran en un portal donde en verdad se preguntan ¿qué es realmente la luz? ¿Tengo que rezarle a la luz? ¿Tengo que pensar en la luz o puedo aceptar que todo es luz? En este siguiente paso del acuerdo contractual van a entender que todo lo que llega a su vista y retrospectiva fue emitido como una frecuencia de luz. La luz se define a sí misma en plenitud como luz.

Las vibraciones de toda substancia residen con su impronta genética. Como un arquitecto que mantiene una copia de los planos originales de su casa. Hay un plano vibratorio de la creación original. La luz contiene el diseño original de todas las cosas. La luz viene en más matices que los colores. Piensen en las veces que intentaron hacer coincidir blanco con blanco o negro con negro, en ropas o en pintura. Hay miles de matices de blanco y hay miles de intensidades de negro.

A la humanidad ahora se le pide que se extienda y nade a través de todos los blancos y se sumerja profundamente en el abismo de los oscuros, pasando por todos los tonos de gris. Se adentran plenamente en su poder al no juzgar los muchos matices de la vida. Cada uno de ustedes en sus Vórtices Creativos se convertirá en un traductor de la luz y la oscuridad. Esta traducción debe hacerse en una nueva conciencia y entendimiento que sirva al bien mayor.

Sería un mundo muy soso si todo fuera vainilla. El camino pedregoso de sus experiencias les ha servido bien. Los altibajos de quienes saben que son les han traído las líneas de carácter de su ser. Caminar el camino de la pobreza y la prosperidad les ha dado el punto de vista tanto del mendigo como del príncipe, y por tanto, los ha sazonado bien.

Así que yérganse en este Vórtice Creativo de experiencia sabiendo que todo es perfecto. Párense en el tablero de ajedrez de esta experiencia, extendiéndose y abarcando todos los roles. Somos el Consejo de Luz, todos los matices de luz. Les agradecemos por expandirse y empujar más allá de los perímetros pasados. Nos marchamos reconociendo sus brillantes luces.

Gillian MacBeth-Louthan

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